Podríamos decir que el nacimiento de la lingüística forense
se produce en el año 1968, con la publicación de The Evan Statements: A Case
for Forensic Linguistics por Jan
Svartvik.
En este escrito se demuestra que las partes dubitadas ( una muestra o parte
dubitada es aquella en la que existen dudas sobre su identidad) de cuatro
confesiones, las cuales habían sido dictadas a la policía por Timothy Evans, en las que se le
incriminaban del homicidio voluntario de su esposa e hija, mostraban una forma
gramatical cualitativa y cuantitativamente diferente de la forma de las partes
indubitadas ( una muestra o parte indubitada es aquella en la cual no existen
dudas sobre su autenticidad) de esas confesiones.
No obstante, Malcolm
Coulthard y Alison Johnson afirmaban
en 2007, que en el 1949, Philbrick usó
el término Forensic English como se
podía leer en el título de su obra sobre inglés legal: Language and the Law: the Semantics of Forensic English.
En las décadas de los 60,
70 y 80, policía judicial, abogados y distintos profesionales de la
investigación criminal ( principalmente en EE.UU
y Canadá) pidieron la ayuda de
los lingüistas como entendidos en
temas relacionados con el derecho y la
lengua. Sin embargo, esta práctica profesional fue aislada y exacásamente
adherida de forma metodológica, posiblemente debido a esto sus resultados
fueron publicados de forma muy diseminada.
Durante la década de los 90 se produjeron cambios que justificaban la denominación de la lingüística forense como nueva área temática:
1º) Mayor demanda
de servicios en lingüística forense
y una actuación de los expertos mucho más profesional.
2º) La
publicación de textos, artículos y capítulos de libros sobre lingüística forense, en los que se muestra una metodología
coherente y consensuada por diferentes países.
3º) Se crea la International Association of Forensic
Phonetics ( o como es conocida ahora, la International Association of Forensic Phonetics and Acoustics) en
el St. John College en el 1991 y de la International
Association of Forensic Linguists en la Universidad de Birmingham en 1992.
4º) Publicación
del primer numero de la revista The
International Journal of Speech Language and the Law, antes conocida como Forensic Linguistics en 1994
( la cual cuenta ya con casi una veintena de números).
A partir del año 2000,
se producen los siguientes sucesos:
1º) Se celebra el noveno congreso internacional de la International Association of Forensic
Linguists en Amsterdam en el 2009 y el
décimo-octavo congreso internacional de la International Association of Forensic Linguists en Cambridge el mismo año.
2º) Se crean laboratorios y centros de lingüística forense y de fonética y acústica forense, tanto institucionales como
gubernamentales, algunos de ellos relacionados con los cuerpos de seguridad
del estado.
3º) Se publican volúmenes monográficos y colectivos, introducciones y libros sobre
la lingüística forense.
4º) Comienzan a
ofertarse diplomas de postgrado, cursos de postgrado y Masteres relacionados o especializados
en la lingüística forense en
universidades como la de Pompeu Fabra
(España), Aston y Cardiff (Reino Unido).
Después de esto, podemos afirmar que la joven disciplina de
la Lingüística Forense va asumiendo
cada vez mayor importancia y reconocimiento.